Corte suprema respaldó el esfuerzo de Trump por acabar con la nacionalidad por nacimiento. Jueces tendrán ahora poder limitado para bloquear órdenes
(LPL) – La Corte Suprema de Estados Unidos tomó una decisión clave este viernes que podría afectar a miles

(LPL) – La Corte Suprema de Estados Unidos tomó una decisión clave este viernes que podría afectar a miles de familias inmigrantes. Todo comenzó en enero de 2025, cuando el expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que busca negar la ciudadanía automática a los bebés nacidos en EE.UU. de padres que están indocumentados o que solo tienen visas temporales, como turistas o estudiantes.
Trump argumenta que la Enmienda 14 de la Constitución, que desde 1868 garantiza la ciudadanía a cualquiera que nazca en suelo estadounidense, no se aplica si los padres no están “legalmente” bajo la jurisdicción del país. Este cambio afectaría directamente a miles de niños cada año.
Rápidamente, varios jueces federales en distintos estados bloquearon esa orden por considerarla inconstitucional. Dijeron que cambiar la forma en que funciona la ciudadanía no puede hacerse por decreto, sino que requeriría cambiar la Constitución, algo muy difícil de lograr.
Hoy, la Corte Suprema no decidió si la orden de Trump es legal o no, pero sí dijo que los jueces federales no deben bloquear decisiones del gobierno a nivel nacional, a menos que sea absolutamente necesario. Es decir, los jueces podrán seguir deteniendo políticas que consideren ilegales, pero de forma más limitada y rápida.
Esta decisión no activa la orden de Trump, pero debilita la forma en que los tribunales pueden frenarla. Por ejemplo, si un bebé nace en un estado donde no hay una demanda activa contra la orden, su derecho a la ciudadanía podría verse afectado, al menos temporalmente.
La jueza Sonia Sotomayor advirtió que esta decisión pone en riesgo los derechos de muchas personas, porque limita el poder de los jueces para proteger la Constitución. Por otro lado, funcionarios del gobierno de Trump celebraron el fallo como un paso para reforzar el poder del presidente.
Por ahora, la ciudadanía por nacimiento sigue protegida. Pero el tema sigue en debate, y muchos temen que esta decisión sea el comienzo de un cambio más grande que afecte el derecho de los hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos.
ENGLISH
The Supreme Court backed Trump’s effort to end birthright citizenship. Judges will now have limited power to block orders
(LPL) – The U.S. Supreme Court made a key decision this week that could impact thousands of immigrant families. It all started in January 2025, when former President Donald Trump signed an executive order aiming to deny automatic citizenship to babies born in the U.S. if their parents are undocumented or only have temporary visas, like tourists or students.
Trump argues that the 14th Amendment of the Constitution, which since 1868 has guaranteed citizenship to anyone born on U.S. soil, doesn’t apply if the parents aren’t legally under the country’s “jurisdiction.” If enforced, this would directly affect thousands of children every year.
Several federal judges quickly blocked Trump’s order, calling it unconstitutional. They said the rules of citizenship cannot be changed by executive order — it would require amending the Constitution, which is very hard to do.
This week, the Supreme Court didn’t rule on whether Trump’s order is legal. Instead, it said that federal judges should no longer block national policies unless it is absolutely necessary. In short, judges can still stop unlawful government actions, but they must do it more quickly and in a more limited way.
This decision does not activate Trump’s order, but it does weaken how courts can block it. For example, if a baby is born in a state where no lawsuit has been filed, their right to U.S. citizenship could be at risk, at least for a while.
Justice Sonia Sotomayor warned that this ruling puts people’s rights in danger because it limits judges’ ability to defend the Constitution. On the other hand, Trump officials praised the decision as a win for presidential authority.
For now, birthright citizenship remains protected. But the legal battle continues, and many fear this could be the beginning of a bigger change — one that could reshape what it means to be born an American.