León XIV denunció el declive de la fe en favor del “dinero” o el “poder” en su primera misa oficial como papa
Leo XIV denounced the decline of faith in favor of “money” or “power” in his first mass as Pope

(LPL/AFP) – León XIV denunció este viernes el declive de la fe en favor del «dinero», el «poder o el placer» en la primera misa de su pontificado, cuando el mundo escruta de cerca sus primeros pasos para saber qué Papa será.
El segundo pontífice de las Américas, nacido en Estados Unidos hace 69 años y nacionalizado peruano, se vistió la víspera de blanco papal al término de dos días de un cónclave que se anunciaba incierto.
En el mismo escenario de su elección, la Capilla Sixtina, el Papa denunció que en «muchos contextos» se antepone la fe a «otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer».
La Iglesia debe ser «arca de salvación que navega a través de la historia, faro que ilumina las noches del mundo», agregó el líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo.
Ante los cardenales que lo eligieron, este antiguo misionero en Perú advirtió contra la tentación de reducir la figura de Jesús a la de un «líder carismático» o «superhombre» en un aparente mensaje a cristianos evangélicos.
Sus primeros pasos son seguidos de cerca. Aunque su elección se considera como una señal de continuidad con el papado de Francisco, también se espera que sea un papa más formal en la cuestiones litúrgicas.
A diferencia de su predecesor, León XIV vistió durante su presentación ante los fieles en la basílica de San Pedro la estola papal, pero calzó como el jesuita argentina zapatos negros –y no los tradicionales rojos papales–.
León XIV, de Chicago a Chiclayo
Su elección como 267º papa de la Iglesia continuaba sorprendiendo este viernes a los fieles en la plaza vaticana de San Pedro y en otros lugares del mundo.
«Los cardenales hicieron una muy buena elección», aseguró a la AFP Barbara Boterberch, una creyente austríaca, en Jerusalén, destacando que su historia lo convierte en un papa «inmigrante».
Robert Francis Prevost nació en Chicago en 1955 en el seno de una familia con orígenes en varios países como España y Francia, y en 2015 obtuvo también la nacionalidad de Perú, donde ejerció de misionero y de obispo en Chiclayo.
La defensa de los migrantes fue una constante durante el pontificado de su predecesor argentino. Meses atrás cuando aún era sólo el cardenal Prevost, el nuevo Papa criticó la política migratoria del Estados Unidos de Donald Trump.
Pero según la prensa italiana, fue el cardenal Timothy Dolan, «el hombre del presidente Donald Trump en el Vaticano», quien negoció sus apoyos en el cónclave, como ya hiciera en 2013 con la elección de Francisco.
En esta ocasión, los purpurados de Estados Unidos formaron un bloque y Prevost recibió también el apoyo de África y Asia, así como finalmente de quien figuraba como gran favorito, el italiano Petro Parolin, según la prensa.
“Llamado a la paz“
León XIV asume una Iglesia que enfrenta numerosos desafíos como la pederastia clerical, la crisis de vocaciones y el papel de las mujeres.
A estos problemas internos se suman los numerosos conflictos en el mundo, el aumento de los gobiernos populistas y la crisis climática que se agrava.
Su elección tuvo lugar además en el mayor y más internacional cónclave de la Historia de la Iglesia, que reunió en la Capilla Sixtina a 133 cardenales electores procedentes de cinco continentes y unos 70 países.
En su primer discurso como papa el jueves, hizo un «llamado a la paz» a «todos los pueblos» y pidió «construir puentes» a través del «diálogo», «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».
La elección de León XIV y sus palabras generaron una oleada de felicitaciones y elogios por parte de líderes internacionales, de Estados Unidos a Colombia, pasando por México, Ucrania, Rusia o España.
“Estoy deseando conocer al papa León XIV. ¡Será un gran momento!”, dijo Donald Trump, quien consideró un “gran honor” contar con el primer papa de Estados Unidos.
“Marca social”
Los próximos pasos del nuevo pontífice lo llevarán a impartir la bendición Regina Coeli el domingo desde el balcón de la basílica de San Pedro, antes de recibir a la prensa en una audiencia el lunes.
Sin embargo, el otro acontecimiento clave de su llegada al trono de San Pedro será su entronización con una misa celebrada ante líderes políticos y religiosos de todo el mundo en una fecha por determinar.
El primer papa llamado León desde 1903 llega al trono de San Pedro con una inclinación pastoral, perspectiva global y capacidad para gobernar la curia vaticana, y una reputación de moderado y constructor de puentes.
La elección de su nombre papal, en un aparente homenaje a León XIII (1878-1903), indica para los expertos la «marca social» que pretende dar a su pontificado.
English:
(LPL/AFP) -Leo XIV denounced this Friday the decline of faith in favor of “money,” “power, or pleasure” at the first Mass of his pontificate, as the world closely scrutinizes his first steps to determine who he will be as Pope.
The second pontiff of the Americas, born in the United States 69 years ago and naturalized Peruvian, dressed in papal white the day before at the end of a two-day conclave that seemed uncertain.
In the same setting of his election, the Sistine Chapel, the Pope denounced that in “many contexts” faith is placed before “certainties other than the one it proposes, such as technology, money, success, power, or pleasure.”
The Church must be “an ark of salvation that sails through history, a beacon that illuminates the nights of the world,” added the spiritual leader of 1.4 billion Catholics worldwide. Before the cardinals who elected him, this former missionary in Peru warned against the temptation to reduce the figure of Jesus to that of a “charismatic leader” or “superman” in an apparent message to evangelical Christians.
His first steps are being closely followed. Although his election is seen as a sign of continuity with the papacy of Francis, he is also expected to be a more formal pope in liturgical matters.
Unlike his predecessor, Leo XIV wore the papal stole during his presentation to the faithful in St. Peter’s Basilica, but, like the Argentine Jesuit, wore black shoes—and not the traditional red papal ones.
Leo XIV, from Chicago to Chiclayo
His election as the 267th pope of the Church continued to surprise the faithful this Friday in St. Peter’s Square and other places around the world.
“The cardinals made a very good choice,” Barbara Boterberch, an Austrian believer, told AFP in Jerusalem, emphasizing that his background makes him an “immigrant” pope.
Robert Francis Prevost was born in Chicago in 1955 to a family with origins in several countries, including Spain and France. In 2015, he also obtained Peruvian nationality, where he served as a missionary and bishop in Chiclayo.
His advocacy for migrants was a constant theme during the pontificate of his Argentine predecessor. Months ago, when he was still just Cardinal Prevost, the new pope criticized the immigration policy of Donald Trump’s United States.
But according to the Italian press, it was Cardinal Timothy Dolan, “President Donald Trump’s man at the Vatican,” who negotiated his support in the conclave, as he had done in 2013 with the election of Francis.
On this occasion, the cardinals of the United States formed a bloc, and Prevost also received support from Africa and Asia, as well as, according to the press, from the overwhelming favorite, the Italian Petro Parolin.
“Call for peace”
Leo XIV takes on a Church facing numerous challenges, such as clerical pedophilia, the vocations crisis, and the role of women.
These internal problems are compounded by numerous conflicts around the world, the rise of populist governments, and the worsening climate crisis.
His election also took place in the largest and most international conclave in the history of the Church, which brought together 133 cardinal electors from five continents and some 70 countries in the Sistine Chapel.
In his first speech as pope on Thursday, he issued a “call to peace” to “all peoples” and called for “building bridges” through “dialogue,” “without fear, united, holding God’s hand and holding it among ourselves.”
The election of Leo XIV and his words generated a wave of congratulations and praise from international leaders, from the United States to Colombia, Mexico, Ukraine, Russia, and Spain.
“I look forward to meeting Pope Leo XIV. It will be a great moment!” said Donald Trump, who considered it a “great honor” to have the first pope from the United States.
“Social Brand”
The new pontiff’s next steps will take him to impart the Regina Caeli blessing on Sunday from the balcony of St. Peter’s Basilica, before receiving the press in an audience on Monday.
However, the other key event of his arrival to the throne of St. Peter will be his enthronement with a Mass celebrated before political and religious leaders from around the world on a date yet to be determined.
The first pope named Leo since 1903 comes to the throne of St. Peter with a pastoral bent, a global perspective, and an ability to govern the Vatican Curia, as well as a reputation as a moderate and bridge-builder.
The choice of his papal name, in apparent homage to Leo XIII (1878-1903), indicates, according to experts, the “social brand” he intends to give his pontificate.